Los músculos son tejidos u órganos
del cuerpo animal caracterizado por su capacidad para contraerse, por lo
general en respuesta a un estímulo nervioso. La unidad básica de todo músculo
es la miófibrilla, estructura filiforme muy pequeña formada por proteínas
complejas.
El cuerpo humano tiene casi 700
músculos. La labor básica de los músculos es la contracción muscular. Los
músculos se unen a los huesos al menos por dos extremos: el origen y la
inserción. El origen es la unión muscular que tiene menor o nula movilidad al contraerse
y en cambio, la inserción es el que manifiesta mayor desplazamiento durante la
contracción.
Un mismo músculo puede tener
varios orígenes o inserciones. Las uniones musculares al hueso se realizan por
los tendones. El tendón se une a la capa más externa del hueso o periostio. La porción
carnosa del músculo, entre los tendones de origen e inserción, se la conoce
como vientre.
En función de sus células, existen
tres tipos de tejido muscular: esquelético, liso y cardíaco.
Tejido del Músculo esquelético o
estriado
Conformado por células estriadas
de contracción voluntaria y forman la base estructural de los músculos que son
responsables de los movimientos voluntarios y del mantenimiento de la postura.
Está controlado por el sistema nervioso somático.
Tejido del Músculo liso o
involuntario
Controlado por el sistema nervioso
vegetativo, de forma que tiene una acción involuntaria. Se localiza en las
paredes de los órganos internos huecos (vísceras y vasos sanguíneos). También
lo encontramos en los folículos pilosos, aparato reproductor y excretor.
Tejido del Músculo cardíaco
Está formado por células estriadas
de contracción involuntaria, controladas por el sistema nervioso vegetativo, y localizado
exclusivamente en el miocardio (musculatura del corazón). El mecanismo de contracción
se basa en la generación y transmisión automática de impulsos.
Clasificación de los músculos
esqueléticos según su función
Agonistas (o motores):
son aquellos músculos que producen el movimiento con su contracción.
Antagonistas: son los
músculos que realizan la acción contraria a los agonistas.
Estabilizadores (fijadores o de
sostén): Son músculos que se contraen estáticamente para ayudar a
mantener una posición o luchar contra la fuerza de la gravedad.
Sinergistas: músculos que
actúan con otro/s músculo/s como parte de un equipo y de forma coordinada. Un
tipo de sinergistas son los músculos concurrentes, que tienen acciones
antagonistas por separado, pero al actuar de forma conjunta neutralizan esa
acción secundaria para actuar con un fin común.
Bibliografía: Ezcurra, Mariela
(2009). Características generales de los músculos. EDITORIAL El Cid Editor
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.